Limpieza de cocinas de pisos y casas

Conozca en detalle lo que se limpiará en su cocina:

– Se friegan en sucesivas pasadas los azulejos de todas las paredes desde el suelo hasta el techo o adonde lleguen. No se utilizan productos que «ocultan o disimulan» la suciedad de las juntas como por ejemplo blanqueadores, sino que se cepillan repetidamente para eliminar la suciedad y hacer reaparecer su color natural.

– Armarios y muebles de cocina: se vacían, y se limpia su interior, exterior, por arriba y por debajo. Se friega y repone la vajilla y objetos que había en su interior.

– En cuanto a los cajones, se vacían, y luego se sacan de sus muebles y se limpian por el exterior e interior.

– También se limpian los soportes interiores de los armarios y muebles donde se asientan los cajones, y se limpia su estructura.

– También se retiran los embellecedores de debajo de los muebles de cocina, y se limpia ese espacio a conciencia. Son zonas que habitualmente no se limpian, y que suelen contener mucha suciedad.

– Se elevan las patas de los muebles de cocina para limpiar debajo de ellas.

– También se lava la vajilla, cubertería, y batería de cocina.

– Se lavan todos los electrodomésticos (frigorífico, horno, microondas, lavadora, etc), tanto por fuera como por dentro, prestando especial atención a las juntas elásticas y a los tiradores de sus puertas que debido a su uso suelen estar pegajosos.

– No solo se limpian los electrodomésticos, sino que se extraen de su ubicación (siempre que no estén anclados al suelo o pared) para limpiar a conciencia debajo y detrás de ellos, en esas zonas que nunca se habían limpiado desde que se instalaron. Se sorprenderá de la suciedad que se puede acumular ahí.

– En el caso de la lavadora, se limpia también su filtro, que habitualmente está muy sucio porque el residente de la casa suele olvidar su limpieza.

– Se limpian también los quemadores de gas, eléctricos, y vitrocerámica de la cocina.

– Campana extractora de humos: se extrae su filtro interior, y se limpia con lejía y con productos bactericidas, ya que es un lugar donde fácilmente se reproducen y multiplican por la combinación de elevado calor cuando se cocina, y humo que contiene parte de los alimentos que se cocinan.

– Se desinfectan y extraen los mohos de las zonas más húmedas como las juntas de cañerías, pilas, grifos, contadores, etc. Se utilizan para ello productos de limpieza para el hogar con efecto antifúngico y bactericida.

– Se limpian los rodapiés, los puntos de luz, interruptores y enchufes, las lámparas y apliques.

– Las puertas tanto por delante como por detrás, así como el dintel superior. También sus marcos, pomos, picaportes y bisagras (que suelen estar muy negras por el polvo que se ha adherido al aceite lubricante que llevan).

– Se friegan a conciencia los suelos, y las juntas de las baldosas o gres. Estas juntas, al ser de un material poroso y rugoso exigen en general una intensa dedicación de cepillado. No se utilizan productos que «ocultan o disimulan» la suciedad de las juntas como por ejemplo blanqueadores, sino que se cepillan repetidamente para eliminar la suciedad y hacer reaparecer su color natural.